En los años 1950, un pequeño pueblo español, Villar del Río se prepara para recibir la presunta visita de los estadounidenses en pleno plan de ayuda al desarrollo. El pueblo ve una oportunidad y toda la vida social comienza a girar en torno a los norteamericanos.
Esta película, en tono de sátira y crítica habla de la situación política y económica de España en la época del rodaje, hecho inédito en la filmografía española hasta ese momento. Retrata también el inicial aperturismo del régimen franquista hacia los países extranjeros, principalmente EE.UU.
La película es una muestra de cómo era la España del momento, y los personajes representan los tipos característicos. Por un lado el poder, representado por el alcalde, el cura y las fuerzas vivas (boticario, hidalgo, comerciantes, maestra), y por otro el pueblo (casi todos agricultores y ganaderos). Desde el punto de vista social se ha captado la idiosincrasia; el hecho de que el alcalde esté algo sordo no es casual, el miedo al Delegado tampoco, que el cura sea algo cotilla, que la maestra esté soltera y necesite la ayuda del listillo de la clase... El papel subordinado de la mujer se refleja en su poca presencia, y la escasa intervención que por ejemplo tiene la tonadillera. El pueblo ha perdido el tren, y está abocado a su desaparición.
Se ha comentado que pasó la censura franquista por las dosis irónicas de xenofobia que contiene. Aunque otros como Kepa Sojo afirma que fue para demostrar que el régimen franquista no era malo.
De gran relieve es el pregón desde el Ayuntamiento, con Pepe Isbert y Manolo Morán en una actuación antológica y divertidísima. El pregón iniciado con la frase: "Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar porque os la debo" que se repite varias veces ha pasado a ser una de las citas míticas del cine Español
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